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Cómo explicar el otoño a los niños de preescolar

Quedan pocos días para que llegue el otoño y poco a poco nuestro entorno va cambiando y adaptándose a esta estación del año. Los niños lo viven igual que nosotros, empiezan a necesitar una chaqueta o jersey, el sol se va antes… Los más mayores ya saben que con la vuelta al cole llega el otoño y entienden los cambios que esto supone.

Sin embargo, los más peques de la casa aún están descrubriendo el mundo y no saben bien qué es lo que ocurre ni por qué ahora ya no se puede ir a la piscina o disfrutar de actividades más propias del verano. Esplicar el otoño, y las estaciones en general, puede resultar complicado porque es algo conceptual y no tangible para los niños. ¿O en realidad sí que hay algo tangible en el cambio de estación?

Entender conceptos a través de las sensaciones

La manera de explorar y aprender que tienen los bebés y los niños de preescolar es a través de las sensaciones. No pueden retener conceptos tan fácilmente como lo hacemos nosotros, y menos si aún están aprendiendo a hablar. Sin embargo, sí recuerdan emociones, sentimientos, y todo aquello que aprender a través de los sentidos.

Por eso debes dejar a un lado las enseñanzas sobre las cuatro estaciones o como se divide el tiempo a lo largo del año. Ya tendrán tiempo de aprender esto. Lo que puedes empezar a trabajar ya son los conceptos relacionados con los cambios que implica la llegada del otoño:

  • Frío/calor: Dejamos atrás los largos días calurosos de verano y empezamos a necesitar la ropa de manga larga y las cazadoras. Por lo tanto, es el momento ideal para introducir estas ideas si no lo has hecho antes.
  • Luz/oscuridad: La noche llega antes y tenemos menos horas de luz, ¿tu peque ya se ha fijado en esto?
  • Ruido/silencio: El verano es mucho más ruidoso que otras estaciones, y esto es algo que se vie desde el momento en el que estamos con la ventana abierta oyendo el jolgorio de la calle. 
  • Colores: El amarillo, el rojo y el naranja son los colores más asociados con esta estación, y además son tres tonos que a menudo confunden a los peques. ¿Qué mejor momento para aprenderlos bien?
  • Sabores: La calabaza, el boniato, la granada, el higo… Hay muchas frutas y verduras de temporada perfectas para que los peques empiecen a probarlas.

Cómo explicar el otoño

Teniendo en cuenta los 5 conceptos clave que se asocian al otoño y que lo definen a grandes rasgos, lo ideal en los niños y niñas más pequeños es que empecéis a experimentar el cambio de estación a través de los sentidos centrados en estos conceptos. Vamos a ver algunas actividades que os pueden ser muy útiles para trabajar en casa con los peques estos días.

El OÍDO: RECURRIENDO A LOS CLÁSICOS

Puede estar muy manido, pero recurrir a las Cuatro Estaciones de Vivaldi siempre es una buena idea. A través del oído van a poder entender como los ritmos en nuestras rutinas cambian.

No podemos plantear una escucha activa, se trata de una obra extensa que no va a captar la atención de nuestros peques desde el primer momento. Sin embargo sí es una buena actividad complementaria a otras. Mientras habláis y experimentáis las diferencias entre el verano y el otoño podéis ir escuchando de fondo esta música.

EL TACTO: CENTRÁNDOSE EN LA TEMPERATURA

Introducir los conceptos de frío y calor es muy apropiado para entender el cambio de estación. Por ejemplo, puedes hacer trasvases de agua fría y caliente (¡ojo! que no queme) si tu peque tiene edad suficiente para ello. O utilizar diferentes materiales para pintar, como hielo con colorante para hablar del frío y ceras fundidas (previamente y por un adulto) para hablar del calor.

También puedes crear cajas de los tesoros con elementos que estén a diferentes temperaturas: algo metálico, algo de lana… Así podéis ir tocando todas las texturas y temperaturas e ir aprendiendo sobre estas diferencias.

Si el peque es mayor podéis hacer dibujos de personas con ropa de cada estación, o paisajes decorados con hojas que recojáis en el parque para poder pegarlas.

EL GUSTO: PROBANDO TEXTURAS

Las verduras de otoño son apropiadas para cocinarlas de muchas maneras diferentes potenciando todo su sabor. En el caso de la calabaza, se puede cocinar asada, en puré, a la plancha, en buñuelos…

Es un buen momento para buscar recetas de diferentes platos, entre los que puedes incluir algún bizcocho o casera (con cuidado de no abusar del azúcar) y probar así las diferentes texturas y sabores del otoño. Junto con los frutos secos, para quienes sus hijos ya son mayores, y las frutas de otoño. Entre todo podéis crear meriendas temáticas y dedicarle una tarde a la semana a este tipo de productos.

EL OLOR: AMBIENTANDO LA CASA

Si te decides por cocinar alguna de las verduras del otoño tu casa ya se llenará de olores de temporada. Pero además podéis probar a hacer algún centro de mesa con piñas y hojas, encender una vela de canela y manzana (un adulto siempre), y decorar la casa con elementos y colores de esta estación.

Además de realizar manualidades adecuadas para los niños, la música de fondo y el perfume harán que el peque se meta de lleno en esta época del año.

LA VISTA: PERDIENDO EL MIEDO A LA OSCURIDAD

Una de las características más relacionadas con la llegada del otoño es la cantidad de horas de sol que perdemos. Cada día amanece más tarde y anochece antes, por lo que poco a poco las tardes se van convirtiendo en noches y casi no hay tiempo para disfrutar del parque después del cole.

Podemos aprovechar este momento para ir enseñando a los peques a sentirse cómodos en la oscuridad. Así, con este tipo de actividades, podrás trabajar en varios conceptos a la vez.

Para entender mejor el concepto de luz y oscuridad se nos ocurre que podéis jugar a las sombras chinas en la pared con una linterna, o rescatar algún juguete como el Cinexin (y sus versiones más modernas) y empezar a proyectar historias a las que vosotros mismos podréis dar voz. Si en casa tenéis una mesa de luz, ¡sacadle todo el provecho ahora!

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