Cómo explicar el cambio de año y el paso del tiempo

Si explicar el paso del tiempo a los más peques de la casa es una tarea compleja, os podéis hacer una idea lo difícil que es explicarles que acabamos de cambiar de año. ¿Cómo pueden aprender términos como hoy, mañana o ayer? ¿O cómo podemos enseñarles la evolución del tiempo? Piensa por un momento que no es hasta la edad de los 6 años cuando el niño percibe el tiempo vivido.

Ante este gran reto, hay una serie de ejercicios que padres y profes pueden realizar para ayudarles en este proceso de aprendizaje con las nociones temporales. Eso sí, este aprendizaje, según los expertos en educación infantil, es lento.

Por ello, te aconsejamos que empieces con actividades sencillas para enseñarles nociones básicas como el día y la noche, antes-después o ayer, hoy y mañana. Y no será hasta la edad al menos de los 5-6 años cuando el niño esté preparado para aprender a leer las horas sabiendo a qué hacen referencia.

Recursos para explicar el paso del tiempo

Uno de los recursos que muchos docentes utilizan en sus aulas para enseñar el concepto de tiempo en niños de 3-4 años es a través de un calendario ilustrativo. En él, se muestra reflejado los conceptos de ayer, hoy y mañana, y los días de la semana. De esta forma, los peques pueden relacionar los conceptos y asimilar la fecha (incluso las estaciones y el clima).

Ten en cuenta que, con estas edades, el objetivo será intentar que el niño relacione conceptos temporales con sus actividades del día a día; ya que es probable que con 3 años aún no sepan distinguir expresiones de tiempo como ahora, antes o después.

Por tanto, no hay mejor forma de enseñar y explicar el paso del tiempo que con estos consejos y actividades:

  • Relaciona los conceptos de tiempo con sus acciones y rutinas diarias. Por ejemplo, se lee un cuento por la noche antes de dormir o se lava las manos antes de almorzar y de cenar.
  • Pega un cartel grande en casa o en el cole para explicar el orden de las acciones, apoyándote en dibujos y expresiones, además de verbalizar las actividades rutinarias que se van realizando.
  • Utiliza calendarios ilustrativos muy visuales. Los hay de fieltro (o pegatinas) para que el niño pueda colocar (o pegar) cada elemento con el día que corresponde. Esto sobre todo les ayudará a entender qué es hoy, mañana y ayer. Y empezar a asimilar los días de la semana.
  • Puedes empezar por conceptos básicos como estos: poco tiempo y mucho tiempo. Basándote en sus actividades rutinarias, puedes apoyarte en la expresión poco tiempo para expresar que poco tiempo es lo que tardan en lavarse las manos y mucho tiempo es lo que están en clase.
  • No utilices expresiones de tiempo específicas tipo “a las 6 merendamos”. En lugar de eso, di “cuando nos levantemos de la siesta, merendamos”.
  • Es recomendable que utilices el nombre que corresponde a cada comida y no hables en término general “vamos a comer”. Menciona que es hora de desayunar, almorzar, merendar y cenar.
  • Ya sabemos que, a estas edades, lo mejor para enseñarles es a través de lo visual. Así que, ¿por qué no enseñarles las estaciones con elementos naturales? Elige un rincón de la casa y pon sobre una superficie elementos propios de la estación en la que te encuentres. Por ejemplo, si es otoño pon hojas de árbol, si es primavera, flores; y si es verano, conchas.

Es importante explicar bien el paso del tiempo a niños de 3-4 años para que estos vayan asimilando los conceptos más básicos. Solo así, y según vayan creciendo, podrán afianzar otros términos y conceptos más complejos como la hora y el tiempo histórico. Y, lo más importante, sabrán organizar bien su tiempo para realizar sus actividades diarias.

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