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Con la comida sí se juega

Una alimentación saludable es fundamental en todas las etapas de la vida, pero lo es aún más en la infancia, donde los niños están en pleno proceso de crecimiento y desarrollo tanto físico como cognitivo.

Es durante la primera infancia donde los niños comienzan a formar e incorporar hábitos; por esta razón es muy importante que adquieran hábitos saludables desde pequeños que los conserven durante la vida adulta.

¿Cómo podemos ayudar a que se familiaricen con alimentos saludables y que conozcan los beneficios de una alimentación variada? A través del juego!

El juego es un gran instrumento, una instancia de aprendizaje; es una forma de incentivar su curiosidad y creatividad, experimentar y poner a prueba todos sus sentidos. Entonces, ¿por qué no utilizar esta gran herramienta para que aprendan y
conozcan los alimentos que conforman una alimentación saludable?

No tenemos que olvidar que la responsabilidad es de los adultos, padres, cuidadores, familia. Somos nosotros los que damos el ejemplo; los niños copian e interiorizan todo lo que ven, sobre todo en su núcleo familiar, entonces es importante ser conscientes de esto.

¿Cómo “jugar con la comida”?

Podemos realizar diferentes actividades lúdicas de acuerdo a la edad y desarrollo madurativo.

El inicio de la alimentación complementaria (a los 6 meses aprox.) es un buen momento. Es importante ofrecer alimentos de calidad y de texturas adecuadas a la edad; dejar que toquen, que prueben, huelan, saboreen, vean la variedad de colores.

Si bien uno espera que en el momento de la comida el bebé coma, lo más probable es que el bebé juegue, y es normal, es una instancia de aprendizaje más. Cuando ya son más grandes se pueden realizar otro tipo de juegos:

  • Pequeños chef: Hacerlos participar en la preparación de una receta sencilla que sea de su agrado (por ej. galletas de avena y plátano, hummus de colores, brocheta de frutas); conocer los ingredientes y ser parte activa en la preparación va a despertar muchísimo su interés y las ganas de comer algo que ellos mismos han cocinado.
  • Dibujar y colorear: Utilizar como ejemplo frutas o verduras que haya en casa para que dibujen o imprimir algunos dibujos que puedan colorear.
  • Agrupar: Se pueden utilizar imágenes de alimentos, los mismos dibujos utilizados en la actividad anterior o los propios alimentos, y agruparlos por color, por grupo de alimentos (frutas, verduras, cereales, carnes y pescados, legumbres, lácteos, etc.), o de acuerdo al lugar donde se almacenan (nevera, despensa).
  • Hacer la lista de la compra: Se pueden jugar a las adivinanzas para que descubran lo que hace falta comprar, o hacer la lista pero con dibujos.
  • Cata a ciegas: Buscar diferentes alimentos que haya en casa y colocarlos sobre la mesa. Tapar los ojos y acercar alguno para que lo puedan tocar, oler, probar y así intentar adivinar de qué alimento se trata.

Seguramente existen muchísimos juegos más que se puedan hacer en casa, éstos solo son algunas ideas que pueden ayudar.
Generar en familia una conducta alimentaria saludable es una gran inversión para la salud de los niños tanto a corto como a largo plazo; y si lo hacemos a través del juego y del ejemplo, va a resultar más sencillo para los peques puedan incorporar y adoptar un estilo de vida saludable.

1 Comment
  • Luciano narcisi
    Publicado a las 11:17h, 05 junio Responder

    Yo hice la de la lista de compras con dibujos y funcionó! Además sirvió para pensar juntos qué faltaba en casa

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