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La importancia de los juegos de palabras

La relación de los niños con su idioma materno, y con el resto de lenguas que van aprendiendo, es muy cambiante al pasar de unas etapas a otras.

No se relaciona igual con las palabras un niño de un año que uno de 10, ¿verdad? Y esto es reflejo de su evolución, pero también de sus intereses e inquietudes.

Fases en la adquisición del lenguaje

Este blog no está centrado en explicar los hitos de los niños y lo que significan, por lo que no queremos dar una explicación teórica y larga sobre cada relación que se establece con los idiomas. Sería algo muy tedioso para nosotros y quizá de poco interés para quien nos lee.

Pero lo que sí queremos es hablar de aquellas fases más marcadas que todos podemos reconocer en los pequeños que nos rodean:

  • Descubriendo el mundo: Cuando el bebé está empezando a descubrir el mundo aún no conoce ningún idioma. Balbucea, imita ruidos y presta atención, sin decir ni una palabra.
  • Primeras palabras: Poco a poco, y en torno al año y medio, el niño sabrá expresarse cada vez mejor con sus propias palabras hasta que a los 2 años o algo más ya sabe hablar, aunque aún tenga dificultades. Aquí él mismo empezará a hacer ruidos para tararear una canción o a inventarse sus propios términos. Ten en cuenta que no siempre es por error, como puede pasar con una conjugación verbal, en muchas ocasiones son niños explorando los límites del lenguaje.
  • Crecimiento: Hasta los 6 años el niño sigue adquiriendo bases del lenguaje que deben afianzarse de manera sólida. Podrán dar pequeños discursos, organizarán correctamente frases completas y serán capaces de ofrecer todo tipo de información comprensible. Es en este momento cuando su pasión por los juegos de palabras está en pleno auge.

Juegos de palabras y niños

No hay que perder la oportunidad de establecer una buena relación entre el niño y las palabras, el idioma. Hoy en día estamos todos de acuerdo en que es importante que los niños cojan con ganas los idiomas y sigan aprendiendo, y sin embargo muchas veces olvidamos la relación con su lengua materna.

Esta relación es la base para que luego les sea más fácil comprender lo que leen, incluso lo que estudian, y para que tengan más ganas de ser grandes lectores, e incluso de aprender más idiomas.

Por eso, ese momento de buena predisposición del niño a las palabras se puede aprovechar con juegos clásicos como:

  • Encadenar las palabras
  • Trabalenguas
  • Juegos tipo «veo, veo»
  • Buscar palabras que empiecen por una letra concreta
  • Cualquier otra variante que se os ocurra

No hay que forzar nada, pero siempre que vuestro peque tenga ganas de jugar con esto es bueno luchar contra la posible pereza y jugar con ellos. Verás como pronto notarás que este tipo de juegos enganchan a grandes y pequeños y son perfectos para ampliar vocabulario, aprender normas ortográficas y divertirse al mismo tiempo.

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