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¿Cómo afecta el confinamiento a tus peques?

Llevamos ya más de 50 días confinados, y el comportamiento de niños y mamás y papás ha ido evolucionando a lo largo de estas semanas. Los adultos hemos pasado por fases de miedo, ansiedad, enfado… Y, por supuesto, los peques también aunque no siempre sepan demostrar estas emociones.

Seguro que en más de una familia empezáis a estar preocupados por cómo puede afectar todo esto a vuestros peques a nivel psicológico y emocional. Especialmente si vuestros peques empiezan a necesitaros más que nunca. Algunos habéis visto como los niños y niñas ya no quieren separarse de vuestro lado, no tienen muchas ganas de salir en el ratito de paseo o tienen problemas a la hora de dormir e incluso comer.

Cómo demuestran los peques sus miedos e inquietudes

Es obvio que cada peque es un mundo y que no todos se comportan del mismo modo. Además, hay que tener en cuenta que la edad de cada uno es también determinante. No se comunica igual alguien que ya controla totalmente el habla que cuando aún están empezando a decir algunas palabras.

Sin embargo, lo más habitual es que todos se expresen más con sus actos que con sus palabras y en muchos veréis comportamientos como los siguientes:

  • Regresiones en el comportamiento: Puede que tu peque ya no utilice pañal, y sin embargo ahora ha vuelto a hacer pis en la cama con mucha frecuencia, o ya no come solo como lo hacía antes.
  • Rabietas y enfados: Ahora los tienen cada vez más a menudo y llegan a enfadarse muchísimo por cosas pequeñas que nosotros quizá no valoramos, pero que a ellos les desestabilizan totalmente dentro de sus rutinas y costumbres.
  • Patrones diferentes en el juego: Empiezan a utilizar juegos más agresivos, actitudes negativas, menos concentración y paciencia… Todo ello son signos de cambios en ellos y en sus emociones.
  • Cambios en el sueño: Les cuesta conciliar el sueño, o si lo hacen se despiertan muchas veces a lo largo de la noche. No duermen si no estás cerca, etc.

Además, es bastante habitual que los peques expresen de manera verbal su necesidad de estar todo el tiempo junto a su mamá, papá o adulto de referencia. No quieren estar solo en ningún momento y prefieren dejar de jugar o dejar de hacer cualquier actividad antes que quedarse 5 minutos solo en una habitación.

Niños y mamás y papás: Cómo apoyaros unos en otros

Es cierto que el confinamiento puede tener efectos psicológicos en los peques. Ya hay muchos expertos que han hablado al respecto, como Álvaro Bilbao a quien sin duda os recomendamos. Estos pueden variar mucho en cada caso, depende de la personalidad del peque y de la situación del confinamiento. No está siendo igual para aquellos con una vivienda grande y con jardín que para quienes están 5 personas en un piso de 50 metros.

No hay que olvidar que lo principal es que ante cualquier síntoma de alarma o dudas que podáis tener siempre hay que consultar con profesionales que os puedan orientar mejor.

Sin embargo, sí hay algunas cosas que podéis poner en marcha ya para que el equilibrio en casa sea mejor y todos os sintáis apoyados y con más estabilidad emocional (porque sí, los adultos también lo necesitamos):

  • Define rutinas y permite que estas cambien: Si, ambas cosas son posibles. Seguramente las necesidades emocionales al principio del confinamiento eran diferentes a las de ahora. Quizá en ese momento era menos necesario el contacto con el resto de la familia y amigos o, al revés, ahora estamos saturados y nos apetecen menos las videollamadas. También ha habido periodos vacacionales en los que no hemos tenido que hacer deberes o tareas. Por lo tanto, las rutinas ayudan y dan estabilidad, pero no deben ser inamovibles. Lo ideal es analizar qué necesita la familia ahora y adaptarlas a esa situación. Quizá una revisión semanal puede ayudar a optimizar las rutinas.
  • Cambia las normas: Estar confinados no quiere decir que no haya normas o que ya no valga nada de lo anterior. Pero si antes solo se permitía ver dibujos durante media hora y ahora pasamos todo el día en casa, quizá esto se pueda extender 15 minutos más, por ejemplo. O si antes la comida era siempre a la misma hora, y ahora la nueva rutina necesita modificar eso en 15 minutos, adelante. Estamos ante un nuevo escenario, y las normas deben adaptarse a él (sin dejar que todo se desmadre, por supuesto).
  • Busca espacio para el apoyo: Los peques necesitan entender qué ocurre tanto como nosotros. Y hay que evitar que vean constantemente las noticias o programas sobre la situación, esto solo hará que se alteren más. Pero sí podemos buscar cuentos que les ayuden a entender las situaciones difíciles, expresar emociones, qué hacer cuando no puedes ver a los abuelos/tíos… Los cuentos, juegos y dinámicas orientados a este tipo de apoyo emocional son esenciales.
  • Vive los fines de semana y festivos: Obviamente ahora no podemos hacer los planes que hacíamos antes, pero sí podemos marcar la diferencia en estos días y darnos alguna alegría. Ya sea mediante comidas especiales o planes diferentes todos vais a agradecer ese cambio en el día a día.

 

Además, lo más importante es que niños y mamás y papás (o cualquier otro adulto que conviva con el peque) os demostréis el cariño y el apoyo constante gracias a los mimos, las caricias, los abrazos… No tengas miedo de pasar más tiempo cogiendo a tu peque, o abrazados mientras veis una peli. Os va a venir muy bien a los dos, y en tiempo de coronavirus el contacto físico es muy importante para todos.

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